Colombia. – Una profunda consternación y un acto de violencia de represalia han estremecido al corregimiento de Mingueo, municipio de Dibulla, en La Guajira.
Los eventos se desencadenaron tras el hallazgo del cuerpo de una niña de tres años, identificada como Shelsy Michel Navarro Ojeda, que había sido reportada como desaparecida.
La menor había sido vista por última vez la tarde del miércoles 10 de diciembre de 2025, mientras jugaba cerca de su casa. La búsqueda comunitaria, iniciada por familiares y vecinos, culminó trágicamente con el hallazgo del cuerpo de la niña en las inmediaciones de su propia vivienda.
La indignación en la comunidad rural escaló de manera absurda el jueves 11 de diciembre.
Medios regionales informaron que la furia colectiva se habría dirigido hacia el presunto responsable de la agresión fatal contra la niña, un joven que, según los reportes, también sería menor de edad, con una edad estimada entre los 14 y 15 años.
De manera extraoficial, se reporta que habitantes de la zona habrían tomado justicia por mano propia. El presunto agresor fue interceptado, presuntamente retenido y torturado por un grupo de la comunidad antes de que las autoridades pudieran intervenir.
Su cuerpo fue encontrado sin vida y desnudo en una zona abandonada, con un mensaje escrito en el abdomen. Como un acto simbólico de extrema violencia, se reportó que la cabeza del joven fue localizada separada del cuerpo, colocada en el tronco de un árbol cercano.
El gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar, lamentó la gravedad de los hechos, indicando que “Nada justifica un hecho tan atroz, que hiere a una familia y sacude a todo nuestro departamento”.
Aguilar urgió a las autoridades a actuar con celeridad y rigor para esclarecer el deceso de la menor y el consecuente acto de violencia fatal perpetrado por la comunidad. La Policía Nacional y la Fiscalía están investigando ambos sucesos.
El coronel Salomón Bello Reyes, comandante de Policía de La Guajira, anunció una recompensa de $50 millones de pesos por información que permita avanzar con la investigación y la captura del responsable del deceso de la menor, aunque no entregó detalles sobre el joven que sufrió la pérdida de la vida a manos de la comunidad.
El caso ha generado un debate sobre la protección de la infancia y los límites de la justicia por mano propia ante crímenes atroces.


