Brasil. – Un tenso clima de indignación y protesta se apoderó de las calles de Vigia, al nordeste del Pará, tras el deceso de Keise Rafaele dos Reis Moreira, de 23 años, en el Hospital Municipal Raimundo Vasconcelos.
La familia de la joven ha alzado la voz, denunciando públicamente una presunta negligencia médica como la causa de la trágica pérdida de la vida.
El incidente que desencadenó el tumulto ocurrió el domingo 7 de diciembre de 2025.
Según los testimonios de los familiares, Keise Rafaele ingresó al centro de salud alrededor de las 8:00 horas, sufriendo fuertes dolores abdominales y una presión arterial peligrosamente baja, una condición que, según el tío de la víctima, Alex Rodrigo Sousa dos Reis, ella ya padecía.
La denuncia central radica en que, a pesar de su estado crítico, la joven recibió la administración de dos medicamentos fuertes sin la realización previa de exámenes adecuados para evaluar su condición.
Trágicamente, cinco horas después de haber ingresado, Keise sufrió el deceso alrededor de las 13:00 horas.
La indignación escaló cuando la familia acusó al hospital de demorar la comunicación oficial del deceso, sugiriendo que la perdida habría ocurrido varias horas antes de lo reportado.
Además, el centro médico se habría negado inicialmente a seguir los protocolos, especialmente a notificar al Instituto Médico Legal (IML) para la necropsia.
La furia de los familiares y amigos se desbordó: bloquearon la carretera PA-140 con barricadas de neumáticos en llamas, e incluso se reportó la depredación de la fachada del hospital, exigiendo respuestas inmediatas y transparentes. La situación de tensión se prolongó por horas en la ciudad.
Debido a la presión comunitaria, el cuerpo de Keise solo fue liberado para ser trasladado al IML de Castanhal después de las 23:30 horas, más de doce horas después de la hora reportada de su fallecimiento.
La prefeitura municipal, en respuesta a la crisis, anunció que iniciará una investigación interna que incluirá la toma de declaraciones a todos los profesionales de la salud involucrados en la atención de la joven.
Sin embargo, la Policía Civil aún no ha emitido una posición oficial sobre la causa de la pérdida de la vida ni ha confirmado formalmente la existencia de irregularidades.
La familia enfatizó un preocupante historial en esa misma unidad, mencionando la muerte del abuelo de Keise diez meses atrás bajo circunstancias similares, y exigen una investigación que ponga fin a estos patrones de presunta negligencia en los servicios públicos esenciales de Vigia.


